Artritis Reumatoide

¿Que es la Artritis?

Es probable que usted o alguien que conoce sufra de algún tipo de artritis o dolencias relacionadas. Estas dolencias causan dolor, rigidez y algunas veces, hinchazón en las articulaciones, o alrededor de ellas. Esto puede dificultar los movimientos diarios que realiza para trabajar o cuidar de su familia. Pero ahora, usted puede tomar medidas para evitar la artritis o para reducir el dolor y seguir moviéndose.

La artritis afecta a uno de cada siete nortea-americanos. Afecta a personas de todas las edades, incluso a los niños. La artritis suele ser crónica, lo que significa que dura mucho tiempo y que en muchos casos, podría no desaparecer.

Algunas señales de aviso de la artritis son dolor, rigidez, hinchazón ocasional y dificultad al mover una articulación. Si se le presenta cualquiera de estas señales en una articulación o alrededor de ella durante más de 2 semanas, es hora de visitar a su médico. Estos síntomas pueden desarrollarse súbita o lentamente. Sólo un médico puede determinar si es artritis.

 

Señales de aviso.

El dolor de la artritis puede ser constante o intermitente. Puede presentarse mientras se mueve o tras haber permanecido quieto durante algún tiempo. Puede sentir dolor en un punto o en varias partes del cuerpo.

Puede sentir rigidez en las articulaciones y tener dificultad al moverlas. Puede notar que le es difícil llevar a cabo las labores cotidianas que solía realizar con facilidad, como subir escaleras o abrir frascos. El dolor y la rigidez tenderán a ser más fuertes por las mañanas o tras períodos de inactividad. En algunos tipos de artritis inflamatoria, la piel que cubre las articulaciones puede verse hinchada, roja y sentirse caliente al tacto.

Causas.

Existen más de 100 tipos diferentes de artritis y dolencias relacionadas. La causa de la mayoría de los tipos se desconoce. Debido a que existen tantos tipos diferentes, es probable que haya muchas causas diferentes.

En la actualidad, los científicos están investigando el papel que desempeñan tres factores principales en ciertos tipos de artritis. Estos incluyen los factores genéticos que hereda de sus padres, acontecimientos ocurridos durante el transcurso de su vida y otros factores sobre el estilo de vida. La importancia de factores genéticos, de estilo de vida y ambientales varía con cada tipo de artritis.

Existen medidas que usted puede tomar para reducir el riesgo de ciertos tipos de artritis, o para reducir su discapacidad si ya padece de artritis.

Es importante que mantenga el peso recomendado para usted, sobre todo a medida que envejece. Las personas con exceso de peso presentan una mayor incidencia de osteoartritis (OA), el tipo de artritis más común. El exceso de peso aumenta el riesgo de desarrollar OA en las rodillas, y posiblemente en las caderas y las manos. Esto es particularmente cierto en las mujeres. En los hombres, el exceso de peso aumenta el riesgo de desarrollar gota, además de OA.

¿Qué puede hacer para mantenerse independiente si ya padece de artritis? Los estudios demuestran que el ejercicio ayuda a reducir el dolor y la fatiga asociados con varios tipos de artritis y enfermedades relacionadas. El ejercicio lo mantiene en movimiento, trabajando y realizando actividades diarias que le ayudan a permanecer independiente.

¿Y si usted ya tiene exceso de peso o padece de OA de la rodilla o de la espalda? Las investigaciones demuestran que las mujeres de mediana o avanzada edad, de estatura mediana, que adelgazan 11 libras o más en un período de 10 años, reducen a la mitad el riesgo   de   desarrollar   OA   en   la   rodilla.   Para adelgazar, trate de hacer ejercicio y consumir menos calorías. Si tiene dificultades para controlar su peso, pida ayuda a su médico o a un dietista certificado.

Las lesiones en las articulaciones causadas por accidentes,  heridas  o  uso  excesivo  aumentan  el riesgo de OA. Mantener fuertes los músculos de alrededor de las articulaciones -sobre todo en la rodilla- puede reducir el riesgo de desgaste de dicha articulación y ayudar a prevenir una lesión. Se necesitan más investigaciones para hallar la forma de reducir el riesgo debido a estos factores.

¿Cómo se diagnostica la artritis?.

Es importante que averigüe si tiene artritis, así como el tipo de ésta, ya que los tratamientos varían según el tipo. Un diagnóstico y tratamiento tempranos son importantes  para  ayudar  a  retardar  o  prevenir  los  daños  en  las  articulaciones,  que pueden ocurrir durante los primeros años en varios tipos de artritis.

Su médico puede determinar si usted tiene artritis y de qué tipo. Cuando visite a su médico por primera vez debido a la artritis, puede esperar que sucedan al menos tres cosas:  su  médico  le  hará  preguntas  sobre  sus síntomas, le examinará y probablemente, pedirá algunas pruebas o rayos-X. Usted puede ayudar al médico suministrando información simple durante la  cita.  Lleve  consigo  esta  información  cuando visite a su médico.

La artritis puede limitar el alcance y la facilidad de movimiento de una articulación. Su médico puede mover la articulación dolorida o pedirle que la mueva. Esto es para observar el movimiento de la articulación o para ver si se mueve con su alcance normal de movimiento. Su médico también buscará señales de hinchazón, hipersensibilidad en algunos puntos, erupciones de la piel o problemas en otras partes del cuerpo.

Por último, su médico puede realizar algunas pruebas. Entre éstas pueden incluirse análisis de sangre, orina o líquido de la articulación. También pueden incluirse rayos X de las articulaciones. Las pruebas pueden ayudar a confirmar el tipo de artritis que su médico sospeche basándose en su historial clínico y examen físico, así como a eliminar otras enfermedades que causan síntomas similares.

Los resultados de su historial clínico, su examen físico y las pruebas pueden ayudar a su médico a establecer una correspondencia entre sus síntomas y el patrón de una enfermedad específica. Puede necesitar varias visitas antes de que su médico pueda determinar el tipo de artritis que padece. Los síntomas de algunos tipos de artritis se desarrollan lentamente y pueden parecer similares a los de otros tipos, en las etapas iniciales. Su médico puede sospechar un tipo de artritis en particular, pero es posible que quiera observar el desarrollo de los síntomas con el transcurso del tiempo, antes de confirmarlo.

¿Qué tipo de médico debería visitar para la artritis? Es posible que su médico de familia tenga la capacidad para diagnosticar y tratar muchos tipos comunes de artritis. Sin embargo, su médico puede verse obligado a remitirlo a un especialista en artritis para que establezca un diagnóstico o le proporcione recomendaciones para controlar la artritis. Los especialistas en artritis incluyen reumatólogos (o reumatólogos pediátricos para niños) y cirujanos ortopédicos. Usted puede solicitar una lista de especialistas en artritis en su área a través de su oficina local de la Arthritis Foundation.

 

¿Qué tipo tiene usted?

Existen más de 100 tipos diferentes de artritis y enfermedades relacionadas. Es importante conocer el tipo de artritis que padece para poder tratarla adecuadamente. Si no sabe qué tipo tiene, llame a su médico o pregúntele durante su próxima visita.

La artritis afecta más a menudo las áreas de dentro de las articulaciones o alrededor de ellas; es decir, las partes del cuerpo en las que los huesos se unen, tales como la rodilla. Los extremos de los huesos están cubiertos con cartílago, un material esponjoso que actúa como amortiguador para evitar el roce de unos huesos con otros. La articulación se halla encapsulada y recubierta con un tejido llamado sinovia. El revestimiento del sinovia libera un líquido resbaladizo que ayuda a la articulación a moverse suave y fácilmente. Los músculos y tendones apoyan la articulación y le ayudan a moverse. Diferentes tipos de artritis pueden afectar una o más partes de una articulación. Esto puede tener como resultado un cambio en la forma y la alineación de las articulaciones.

Ciertos tipos de artritis también pueden afectar otras partes del cuerpo, como la piel, los ojos, las membranas bucales y los órganos internos.

En  las  páginas  siguientes  se  proporciona  una  visión  general  de  algunos  tipos comunes de artritis y dolencias relacionadas.

 

Osteoartritis.

El tipo de artritis más común es la osteoartritis u OA. Afecta a muchos de nosotros a medida que envejecemos. A veces se le llama artritis degenerativa porque conlleva la ruptura del cartílago y los huesos, causando dolor y rigidez. La osteoartritis afecta los dedos  y  las  articulaciones  que  soportan  peso,  incluyendo  rodillas,  pies,  caderas  y espalda. Afecta tanto a hombres como mujeres y suele presentarse después de los 45. Los  tratamientos  para  la OA  incluyen  analgésicos  o  fármacos  antiinflamatorios, ejercicio, calor y frío, protección de las articulaciones, control del ritmo de las actividades, técnicas de autocuidado y a veces, cirugía.

 

Artritis reumatoidea.

En la artritis reumatoidea (AR), una anormalidad presente en el sistema defensor o inmunológico del cuerpo, causa la inflamación de las articulaciones. La inflamación comienza en el revestimiento de las articulaciones y puede dañar el cartílago y el hueso. La AR suele afectar las mismas articulaciones en ambos lados del cuerpo.

Manos,  muñecas,  pies,  rodillas,  tobillos,  hombros,  cuello,  mandíbula  y  codos pueden verse afectados. La artritis reumatoidea se presenta con mayor frecuencia en las mujeres que en los hombres. Los tratamientos incluyen fármacos antiinflamatorios, glucocorticoides, fármacos modificadores de la enfermedad, modificadores de la respuesta biológica, ejercicio, descanso, protección de las articulaciones, técnicas de autocuidado y a veces, cirugía.

 

Osteoporosis.

La osteoporosis es una enfermedad que hace que los huesos pierdan masa y se vuelvan quebradizos, lo que con frecuencia ocasiona fracturas dolorosas y/o hombros redondeados, así como pérdida de estatura. La enfermedad afecta a más de 25 millones de norteamericanos, de los cuales el 80 por ciento son mujeres. Es la mayor causa subyacente de fracturas óseas en mujeres en la fase posmenopáusica y en las personas de edad avanzada. Las personas que sufren de algún tipo de artritis (como la AR) también  corren  el  riesgo  de  desarrollar  osteoporosis,  ya  que  ciertos  medicamentos (como los glucocorticoides) pueden causar pérdida de la masa ósea y contribuir a la osteoporosis.

Muchas de las medidas que puede tomar para prevenir la osteoporosis -incrementar el consumo de calcio y vitamina D, tomar medicamentos para reducir la pérdida ósea, hacer ejercicio con regularidad y mantener un estilo de vida saludable- también pueden ayudarle a tratarla. Su médico puede ayudarle a determinar los tratamientos más adecuados para usted.

 

Fibromialgia.

La fibromialgia es una dolencia que afecta los músculos y sus nexos con los huesos. Se caracteriza por un dolor generalizado y puntos hipersensibles, los cuales se refieren a ciertas partes del cuerpo con mayor sensibilidad al dolor. Aunque es dolorosa, no causa daño en huesos ni articulaciones. Las personas con fibromialgia a menudo experimentan fatiga, trastornos del sueño, rigidez y en algunos casos, angustia psicológica. La fibromialgia es una dolencia común, y suele afectar a las mujeres. Los tratamientos incluyen ejercicio, antidepresivos y relajantes musculares, control del ritmo de las actividades y técnicas de autocuidado.

 

Gota.

La gota se presenta cuando el cuerpo produce demasiada cantidad de una sustancia natural conocida como ácido úrico, o cuando es incapaz de eliminarlo. Los niveles elevados de ácido úrico en la sangre podrían causar la formación de cristales espigados en la articulación, los cuales producen dolor intenso e hinchazón. La gota suele afectar los pulgares, los tobillos y las rodillas. Más hombres que mujeres padecen de gota. Los tratamientos incluyen antiinflamatorios y fármacos especiales para el tratamiento de la gota, pérdida de peso y limitación del consumo de alcohol.

 

Lupus.

El lupus es una enfermedad reumática que afecta la piel y las articulaciones, y en algunos pacientes, órganos internos como los riñones, los pulmones o el corazón. El lupus afecta a las mujeres en un promedio de ocho a 10 veces más alto que a los hombres. A menudo los síntomas se presentan por primera vez en las mujeres entre los

18 y los 45 años. Algunos de los síntomas más comunes incluyen una erupción sobre las mejillas y el puente de la nariz; úlceras escamosas en forma de disco sobre el rostro, el cuello y/o el pecho; sensibilidad anormal al sol y artritis. El lupus se presenta con mayor frecuencia en afroamericanos que en caucásicos y también puede presentarse con mayor frecuencia en la población asiática y latina.

El lupus puede tratarse pero puede ser bastante serio. Los tratamientos incluyen tomar medicamentos para reducir la inflamación o la actividad del sistema inmunológico, equilibrar descanso y ejercicio y mantener una dieta apropiada.

 

Bursitis y tendinitis.

La bursitis y la tendinitis se presentan como resultado de la irritación causada por lesiones  o  uso  excesivo  de  una articulación.  La  bursitis  afecta  una  pequeña  bolsa llamada Bursa, que ayuda a los músculos a moverse con facilidad; la tendinitis afecta los tendones que unen el músculo al hueso. Los tratamientos incluyen fármacos antiinflamatorios, inyecciones, calor y frío y descanso.

Existen muchos más tipos de artritis y dolencias relacionadas, incluyendo espondilitis anquilosante, artritis reumatoidea juvenil, polimialgia reumatoidea y artritis psoriásica.